jueves, 4 de julio de 2013

Lunarïe II

Con estas solemnes palabras se presentó la Reina de Reinas, la máxima soberana de Ialanthilïan. Por mi parte, lo único que pude articular fue un:
-En... Encantada...
Titania sonrió, provocándome un extraño escalofrío y clavó sus pupilas negras como la noche que nos cubría en mis ojos... Parecía que quería llegar a lo más profundo de mi ser... Descubriendo mis secretos mejor guardados...
Por suerte, Atlantia habló y Titania apartó sus fríos ojos de mí, aliviándome:
-Majestad, ¿podríamos descansar en tu palacio para poder continuar mañana con nuestro viaje?
-Por supuesto Atlantia- concedió Titania.- Ahora que sé que Aqua está aquí, en nuestro mundo, puedes llevarla a donde quieras... Eso sí, siempre respetando las reglas.
-Eso siempre, majestad.- Atlantia estaba muy seria y su voz era solemne.- Gracias por vuestra hospitalidad.
Titania hizo un gesto con la mano y, al instante, entre los árboles aparecieron dos lunarïes más:
-Duquesa Geminia, Núctuna... Llevad a nuestras invitadas al palacio de Nictis y aseguraos de que están cómodas en sus habitaciones.
Las dos asintieron, obedientes, pero aún así, creí detectar cierto odio en sus miradas... Supongo que no estaban demasiado conforme de que Titania les diera órdenes:
-Seguidlas, ellas os llevarán hasta el palacio. Mañana hablaremos Atlantia, sobre tu... 
Atlantia asintió, y yo supe en ese momento que estaban hablando de mi misión: encontrar a las demás acuarïes en cuerpos nemhiries... Al igual que Mireia estaba en mi interior, había más acuarïes perdidas por el mundo y era nuestra misión encontrarlas.
Atlantia echó a andar tras Núctuna y la duquesa Geminia y yo la seguí, no sin antes despedirme de Titania, tenía la sensación de que como no me despidiera de ella correctamente, era capaz de atravesarme con la mirada... O con algo más físico... Una... No sé por qué se me vino a la mente la imagen de un aspa negra... Brillante... Letal...
Atravesé el bosque de Lunarïe, los árboles parecían refulgir plateados a la luz de la gran luna llena y, entre las hojas, se escuchaban chillidos de unos diminutos seres alados de color azul. Al principio, creí que eran luciérnagas de colores, pero luego, cuando una se chocó conmigo y comenzó a hablarme atropelladamente y muy enfadada para luego continuar su camino, decidí que aquello no era definitivamente una luciérnaga. Atlantia me dijo que se llamaban pixis.
Finalmente, llegamos al palacio y, tras contemplar su alta fachada y sus altas torres puntiagudas que arañaban el cielo de Lunarïe, entramos.
No recuerdo muy bien los detalles de aquel hermoso palacio, lo único que recuerdo es el tacto de las sábanas de la cama y un olor dulce, muy dulce... Que hizo que me quedara dormida... Perdiéndome en la oscuridad de los sueños de Lunarïe...

****************

Me desperté lo que debieron de ser horas más tarde, aunque claro, no lo podía saber con exactitud ya que el cielo seguía siendo tan oscuro como antes y la luna llena iluminaba con su plateada luz el gran rectángulo que correspondía a la ventana de mi habitación. Me levanté de la cama y salí de la habitación, no quería estar más allí dentro, aquella estancia tenía demasiadas sombras para mi gusto.
Recorrí pasillos y escaleras iluminados por la luna intentando no pensar en ese chico de ojos verdes que había descubierto, en tan sólo los minutos que dura un extraño baile, que yo no era una humana... Esto... Nemhirie cualquiera. En el fondo aquello me molestaba un poco, ¿quién era él para decirme qué era o qué no era yo? Había sido muy simpático conmigo sí y el chico no estaba nada mal...
"No vayas por ahí Aqua... Que te pierdes" pensé yo, y era verdad, aquel chico estaba empezando a distraerme demasiado de lo que en realidad tenía que hacer, que era descubrir aquel nuevo mundo y cumplir mi misión. Pero su mirada esmeralda se había quedado clavada en mí y cada vez tenía más ganas de verlo, aunque lo odiara un poco por haber descubierto tan fácilmente mi secreto.
Al fin, encontré la salida del palacio y crucé la gran puerta que daban al exterior, al bosque donde había estado con Titania y Atlantia. De verdad, aquella Reina de Reinas daba miedo, su sonrisa no era amistosa y transmitía la extraña sensación de saberlo todo, de ser el ojo que todo lo ve...
Intimidaba bastante.
Mis pasos me llevaron al interior de una especie de bosque hecho de setos, setos altísimos que se entrecruzaban los unos con los otros. Formando senderos de hierba mojada por el rocío y rosas de delicioso olor. Continué caminando durante un rato y llegó un momento en el que quise volver atrás, pero no pude, por más vueltas que di, no encontraba la salida de aquel bosque. Parecía como si los setos se movieran para cerrarme el paso, veía el palacio, sus altas torres... Pero no avanzaba hacia él. En ese momento, lo comprendí.
Estaba en el interior de un laberinto.
"Que no cunda el pánico, Cielo sobre Agua" intenté tranquilizarme "Este laberinto tiene que estar cuidado por alguien, ya aparecerá".
Me senté en el suelo y me recosté sobre el seto, esperando a que apareciera alguien, pero yo solo escuchaba el sonido de la brisa entre las hojas de los setos y mi propia respiración, además del aleteo de alguna que otra pixi alterada.
Llegó un momento en el que empecé a asustarme, porque allí no parecía haber nadie y, además, en aquel mismo instante, comencé a escuchar pasos y voces.
Un grito sonó en la lejanía, algo que sonó a:
-¡TÚ! ¡VUELVE AQUÍ DUENDE!
"¿Duende?" pensé yo. Pero no me dio tiempo a asimilar la información, ya que en el seto donde estaba yo sentada antes, me había puesto de pie al escuchar los gritos, se abrió un enorme agujero provocado por una figura que lo había atravesado corriendo. La figura no me vio y chocó contra mí, tirándome al suelo y golpeándome en la costilla. Yo gemí dolorosamente y el desconocido se levantó rápidamente, yo le miré.
Era un chico de ojos rasgados y orejas puntiagudas.
El duende me miró de arriba a abajo descaradamente mientras yo seguía en el suelo con la mano en la costilla, la cual parecía no estar rota. El duende abrió la boca como si quisiera decirme algo, pero un objeto puntiagudo pasó rozando su mejilla y el ser se tiró al suelo.
-¡Por qué poco!- gritó una voz femenina.
El duende intentó levantarse, pero otra figura de pelo largo y negro se tiró a su espalda y le inmovilizó el brazo derecho:
-¿Ahora qué, eh? ¿Qué vas a hacer ahora?- le dijo al duende.
-Venga ya MissLu... Si sólo ha sido una broma...-replicó el otro con voz ahogada.
"¿MissLu?" pensé yo, incorporándome poco a poco.
-Primero, no me llames así...- le retorció un poco el brazo.
-¡Vale, vale Miss Lunarïe!- gritó el torturado.
-Y segundo, ¿tú crees que es una broma robarme mi daga plateada para abrir nueces?
-¡Vale vale vale!- el desdichado se retorcía de dolor.- ¡No lo haré más!
-¡Devuélveme mi daga!- el duende hizo un movimiento con su mano libre y una daga plateada, que relució al ser iluminada por la luna, apareció en la palma.
La llamada Miss Lunarïe la cogió y soltó al duende, que se tumbó bocarriba en el suelo y sonrió socarronamente:
-Encantado de tener estas peleas tan educativas con usted, Miss Lunarïe.

Ella lo miró y dijo, amenazadora:
-Puck...
El duende levantó las manos en son de paz y se incorporó de un salto, encarándose con ella:
-Tú mandas... Ahora, veamos como está la chica con la que he sufrido el pequeño accidente.
Se acercó a mí, que seguía sentada en el suelo, flipando con aquella extraña pelea y con la frialdad de la chica de pelo negro:
-¿Cómo está, bella dama?- dijo, ofreciéndome la mano para que me levantara.
Vale, yo le cogí la mano con desconfianza, que me llamara "bella dama" me pareció muy extraño: "¿Este quién es? ¿Uno que ha venido del siglo XVII?" pensé.
-Bien, creo que el golpe no ha sido para tanto...- me levanté con cuidado, me dolía un poco la costilla, pero nada serio. (El moratón que se me quedó luego fue de película)
-Lo celebro- me soltó la mano y distraído dijo.- Oh, no nos hemos presentado, yo soy Puck, duende galante y servicial con una carrera de más de dieciséis niños robados, a sus pies...- hizo una reverencia un tanto descoyuntada, pero esta me daba un poco igual... ¿Robaniños? ¿En serio?
Puck continuó:
-Y ella es Miss Lunarïe... Una tía simpática, pero poco aficcionada a las bromas- Puck soltó un suspiro dramático.- Una pena...
-Anda Puck, déjate de tonterías, que te enrollas más que una pixi con un hilo de lana... Y bueno, dejemos que ella se presente ¿no?
Cruce de miradas entre la chica y yo.
Parecía ser mayor, pero no mucho, sus ojos oscuros no eran como los de Titania, estos no querían hurgar en tu interior para sacarte los recuerdos hasta del día de tu nacimiento. Parecían más amigables...
No sé por qué, pero me dio la sensación de que nos íbamos a entender bien, pero no como las mejores amigas del "chupiguaydelparaguay", no era la clase de amistad que Miss Lunarïe ofrecía... Sino algo con promesas de aventuras alocadas, de bromas hacia los altos cargos, incluso de planes oscuros... 
No sé si sería por mi alma de acuarïe, ya que mi pueblo tuvo un pasado fuera de la ley y lleno de intrigas, pero aquella chica me cayó bien, desde el principio...
-Me llamo Cielo sobre Agua, Aqua para los amigos... He venido con la reina Atlantia.
Puck me miró sorprendido y Miss Lunarïe enarcó una ceja:
-Claaaro...- dijo, con ironía.- La reina de Acuarïe, que no sale de su reino desde hace meses, ha abandonado su refugio marino para traer a una chica perdida ¿no?
Yo la miré y compuse una media sonrisa irónica en mi rostro:
-Al menos ella no va persiguiendo duendes por ahí...
Miss Lunarïe sonrió con la misma sonrisa que yo y dijo:
-Encantada de conocerte Aqua.
-Lo mismo digo MissLu.
Puck miró a la lunarïe, esperando lo peor. Pero esta vez, ningún aspa negra voló.

Continuará...
 
 

4 comentarios:

  1. Cuando has hablado del duende sabía que era Puck (serán mis pucksentidos... ¿he dicho yo eso?), pero la lunarïe pensé que iba a ser Aurige... ¡¡YO TE MATO SIRENA!! Jajaja cuando he visto lo de 'MissLu', ¡no Miss Lunarïe, no.. sino MissLu! No he podido evitar reírme. Jajaja, te doy las gracias por haberme mencionado en tu maravillosa entrada, Cielo sobre Agua. :D

    Por cierto, me muero por ver las aventuras que vivirás con esa tal Miss Lunarïe y las que quedan por llegar... (Por cierto, esto de lo de MissLu y Puck no te lo perdonaré durante un tiempo, eh) ;P

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  2. Por cierto, ¿qué hacen las cucarachas de Geminia y Núctuna cargándose tu maravillosa estancia en Lunarïe? AAaaaarrggg

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  3. OHHHHHHHH! qué maravillosa sorpresa!! Nuestra increíble (y un pelín psicótica) lunarïe aparece en el precioso relato de Aqua!!;) Ha sido muy bonito, una buenísima manera de conocerla... Y que gracioso, sale mi apodo y todo..., no te puedes quejar 'MissLu'... Parece que Puck ha aprendido bien. Aggh, saldré yo alguna vez en los fascinantes relatos del Aqua... Espero que no te hayas olvidado de mí;)

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  4. Jajajajaja muchísimas gracias a las dos ;)

    Querida MissLu (muero xD) por supuesto que ibas a estar en mi historia.. Qué te creías?? Y ya verás las aventurillas que nos esperan... Aunque, como ya he puesto antes, serán lo más alocadas posibles ;)
    Geminia y Núctuna las he puesto porque me apetecía verlas como máximas súbditas de Titania... Quería que apareciera el odio en sus ojos cuando la Reina de Reinas las mandara a acompañarnos... MUAHAHAHAHAHA que mala soy ;)

    Y 'Yo', tranquila, que todas vais a estar en mi historia, está basada en mi estancia en Ialanthilïan!!!! Cómo no va a aparecer una firïe como tú!!! :D

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