lunes, 16 de junio de 2014

Lunarïe V

-Es una fugitiva Miss Lunarïe, esto no es lo que se dice "actuar en la sombra", precisamente- escuché una voz masculina entre la niebla de mi sueño profundo, grave, tal vez algo enfadada.
-Sé que es una fugitiva, pero tiene algo que intuyo que nos puede servir para averiguar qué traman está pasando- murmura la tintineante voz de la lunarïe.
-Quizás tengas razón pero aun así...
La nebulosa del sueño volvió a cerrarse en torno a mí, cayendo dormida otra vez.

********* 

Flotando en un mar de aguas claras, ahí estaba de nuevo... La sangre... La plata... No... 
-¿Piensas que soy estúpida verdad?- una voz que parecía estar en una burbuja sonó, impasible e irratada.
Los labios de la sirena se entreabieron, un murmullo casi inaudible brotó de ellos. Sus ojos se endurecieron, sus pupilas oscuras se agrandaron y comenzó a temblar, de rabia.
Aquella voz burbujeante explotó en un grito agudo y la sirena se encogió, pero sus manos se cerraron en puños. 
En mi interior... Mireia también cerró sus manos...

*******

-Despierta Aqua... Arriba...- la fría voz de Miss Lunarïe me sacó de mis agitados sueños y abrí los ojos, encontrándome con sus oscuros ojos, con sus pupilas de diamante. Sobre mi cabeza, la Luna afilada parecía contonearse entre las ramas de la cabaña en la que estaba yo tumbada.- Vamos, levanta.
Me incorporé con la ayuda de la lunarïe y la sed se apoderó de mí, devorando mi garganta. Una tos ronca y casi dolorosa salió de mi garganta. Miss Lunarïe me acercó una especie de cantimplora y yo bebí con ansia.
 "Tus poderes son de agua... Tu fuente de poder es el agua..." ¿Y ahora me lo dices, guapa? Mireia... Tan oportuna como siempre. Ella pareció encogerse de hombros y yo sonreí. De todos modos, era obvio:
-Gracias.
Le di la cantimplora a la chica y me incorporé. Cerré los ojos, intentando recuperar el equilibrio. MissLu me apoyó en ella hasta que se me pasó el mareo y, entonces, poco a poco, comenzamos a salir de la cabaña.
Fuera, la noche seguía clara y los duendes estaban sentados en círculo alrededor de dos mujeres duendes que bailaban al son de la música. Varios se giraron hacia nosotras, entre ellos Puck, que se apresuró a levantarse y encaminarse hacia nosotras con su sonrisa típica de niño travieso:
-Buenas noches mi encantadora dama- dijo, acompañado de una torpe reverencia que me sacó una sonrisa.    
-Pírate, Puck- dijo MissLu.
-¡Pero bueno! No creía que fueras tan rencorosa... Sabes que siempre me escaparé antes de que des el golpe de gracia querida hadita lunar...
Miss Lunarïe lo miró con odio, una mirada que haría temblar hasta a las rocas. Me ayudó a sentarme en el suelo donde parece que comencé a sentirme mejor y ella se sentó a mi lado, parecía que tenía que explicarme algo importante. 

Ella miró al duende, que seguía de pie junto a nosotras, esperando respuesta:
-Fuera.
-No.
-Puck, ya, fuera.
-Estamos fuera, ¿o crees que el bosque es tuyo?
-Estamos en la parte de Lunarïe, técnicamente es mío, sí.
-Querida MissLu, ¿tú? ¿Lunarïe? No sabía que de repente te habías vuelto patriota.
-Para lo que conviene, así que déjame a solas con Aqua.
-¿Y si no quiero? 
A Miss Lunarïe se le estaba acabando la paciencia, inspiró hondo con los ojos cerrados y se giró hacia Puck, pero curiosamente, sonreía, su voz se volvió peligrosamente dulce:
-Oh Puck... Podrías quedarte si quieres... Pero claro... No sé si a Aqua le apetece duende a la plancha... ¿Verdad Cielo sobre Agua?
Miré a MissLu, sorprendida, ella me guiñó el ojo y señaló con la cabeza a Puck. Yo comprendí y miré al duende, que me devolvió la mirada, asustado:
-Oh sí... De dónde yo vengo es muy típico el "duende a la marinera".- Clavé mis ojos en los suyos, pareciendo hambrienta.- Y la verdad, no he comido nada en tanto tiempo...
Comencé a incorporarme amenazante, el duende retrocedió un poco, la voz le temblaba:
-Pero... Encantadora dama... No será capaz...
Me relamí los labios, mientras miraba de arriba a abajo a Puck:
-Sí... Seré capaz...- mi voz sonó tan dulcemente peligrosa como MissLu. Salté muy cerca del duende y él salió corriendo despavorido, junto con sus demás compañeros que se habían ido hace un rato, con la música a otra parte.

La lunarïe me miró sonriendo y ambas nos reímos. Me volví a sentar y ella me miró, seria de nuevo:
-Ahora, dejémonos de misterios. ¿Quién eres tú de verdad?
Clavé mis ojos castaños grisáceos (¡sí! Se estaban volviendo de un gris plata, aún no entiendo por qué) en los suyos color azabache:
-No sé si aún puedo confiar en ti.
-Chica lista, es la primera lección que debes aprender si has conocido a Titania y a Atlantia- MissLu sonrió.
-Lo sé, por eso me fui. Atlantia me mintió. Titania es su cómplice.
-¿Cómplice? ¿De qué?
-Contártelo incluye mi identidad también.
Miss Lunarïe suspiró:
-Oye, te ayudé en el laberinto y te ofrecí la posibilidad de venir conmigo si estabas en peligro, como estás ahora. Sólo quiero echarte una mano, y esto no me ha pasado con nadie más. Tú tienes información que necesito, yo tengo la protección que necesitas.
-¿Para qué quieres la información? ¿Sabes algo de lo que está pasando?
La lunarïe sonrió, irónica:
-Intuyo, sé, descubro. Algo se está cociendo en Nictis, no es novedad. Siempre hay algo que escondido en Lunarïe, pero esta vez parece más grande.

Suspiré, está bien, igual podemos confiar en ella. Mireia parecía estar también interesada en la lunarïe y decidí confiarle el secreto. Conté toda mi historia pero omití el dato de la identidad de Mireia, prefería mantenerla en secreta aún. Miss Lunarïe sólo sabría de mis poderes por una casualidad, algo aleatorio, escogido por Atlantia.
La lunarïe suspiró:
-Así que una conspiración entre Acuarïe y Lunarïe. Muy peligroso... Aún así... Es raro que Atlantia dejara sus planes precisamente en tus manos y no en las de otras...- ella me miró entrecerrando los ojos, como si quisiera escrutar en mis secretos. Era lista.


-¿Me estás llamando poca cosa, lunarïe?- le dije, alzando una ceja.
Ella dibujó media sonrisa en sus labios:
-Para nada... Está bien, ahora me toca a mí....

Continuará...


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